La Curva de Laffer es una teoría económica, creada por el economista estadounidense Arthur Laffer, en la que nos explica como varía la recaudación estatal a través de los impuestos en función del tipo impositivo que se aplique, es decir, como varían los ingresos si se aplica un impuesto del 30%, uno del 60% o uno del 85%. Estos últimos son ejemplos para ilustrar un poco como cambia.
Esta teoría parte de la base razonable que dice que si el tipo impositivo fuera del 0% no habría ningún tipo de recaudación ya que nadie pagaría nada al no tener su actividad ningún tipo de gravamen, en cambio si el tipo impositivo fuera del 100% tampoco se ingresaría ni un euro debido a que nadie estaría dispuesto a trabajar para que todo su dinero fuera a parar a las arcas del Estado y no se quedase con nada. Es importante aclarar que no se trata únicamente del tipo impositivo que afecte a la renta o al patrimonio, sino también a los impuestos que afecten a los bienes y servicios. Aunque en este artículo me centre en los impuestos a la renta.
De esta forma coloca dos extremos claros, parece lógico pensar que el equilibrio debería estar por la mitad de la curva, ya que tanto por un extremo como por otro el resultado es el mismo, de 0. Es aquí donde radica el problema porque no se puede predecir o saber con anterioridad cual es el punto de la curva que maximiza los ingresos sin que el contribuyente sea machacado a impuestos. El punto que maximiza los ingresos puede estar en el 50%, en el 45%, en el 40%, o en el 30%.
Por poner un ejemplo, con unos impuestos al 45% es posible que se recauden 20000 millones anuales, y si ese tipo impositivo se reduce al 35% esa recaudación podría aumentar a 25000 millones.
¿Por qué sucedería este aumento de los ingresos si el tipo impositivo es menor?
Pues porque al reducir el tipo impositivo el dinero disponible en el bolsillo tanto de personas, familias y empresas es mucho mayor, dinero que puede destinarse a consumir otros productos que anteriormente no podrían haber consumido debido a que tenían menos renta disponible y las empresas podrán dedicar ese dinero a invertir o en contratar a nuevos empleados, con lo que el paro se reduciría y esos mismos nuevos empleados a su vez tendrían renta disponible para poder consumir.
Esta podría ser una de las explicaciones, pero ya digo que hay muchas variantes que afectan.
¿Funciona siempre así la Curva de Laffer?
La respuesta es no, no por bajar más los impuestos vas a obtener mayor recaudación.
Desde la óptica del Estado esto sería un descalabro ya que ellos tendrían menos dinero disponible para poder gastar, mientras que para el ciudadano sería todo lo contrario.
Existe una realidad en cuanto a la aplicación de la Curva de Laffer que aún no han sabido solventar ninguno de los gobiernos que las han aplicado, mención especial a los gobiernos de Reagan y de Donald Trump, y es que a pesar de que en sus primeros trimestres de rebaja fiscal los ingresos aumentaron en comparación con sus predecesores y con el anterior tipo impositivo, estos no supieron corregir a tiempo el tipo impositivo para seguir aumentando la recaudación o al menos para que no acabara siendo menor, por lo que tanto Reagan como Trump vieron como los ingresos fiscales fueron menores que en el año anterior.
En España lo hemos podido ver durante el gobierno de Mariano Rajoy en la que los impuestos subieron más que nunca en la historia de la democracia, esta subida masiva y desproporcionada de impuestos provocaron que cayera enormemente la iniciativa empresarial, que se contrajera la demanda de bienes y servicios por parte de la población debido al alto tipo impositivo (IVA) y un largo etc.
Subir impuestos supone un desincentivo, ya que si son demasiado altos nadie querrá crear nada nuevo ya que la mayor parte de la ganancia que consiga no se la llevará esa persona o conjunto de personas, sino que se la llevará el Estado.
Lo que si es cierto en cuanto a la Curva de Laffer es el hecho de ver que a menores impuestos, mayor es la renta disponible de los ciudadanos.
Lógicamente si bajan los impuestos esto debe ir acompañado de una reducción del gasto estatal, ya que de otra manera no es posible sostener la situación, es tan sencillo como que Ingresos=Gastos.
Es por ello que no hay que fiarse cuando los políticos nos dicen que reducirán los impuestos y al mismo tiempo no dicen nada sobre el gasto, ocultan esa información de forma claramente interesada.
Conclusión: Es mejor que el dinero esté en el bolsillo de contribuyentes y empresas, que son las que lo han generado y no en las manos de un ejército de burócratas que metan el dinero aquí, allá o más allá.
Una respuesta a “La Curva de Laffer te afecta y tal vez no lo sabes.”
[…] Este concepto ya fue explicado con anterioridad aquí, pero haremos un breve repaso que se entenderá perfectamente. […]
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