Si preguntamos que es un «bail-in» a cualquier ciudadano lo más probable es que nos diga que no tiene ni la más remota idea de lo que es. En cambio, si le decimos que es todo lo contrario a un rescate bancario por parte de la ciudadanía ya se irá haciendo una idea más o menos firme.
Un «bail-in» no es otra cosa que el trasladar las pérdidas millonarias de los bancos a quienes han invertido en ellas, principalmente sus accionistas y si estos no fueran capaces de hacerse cargo de toda la deuda esta iría trasladándose al resto de inversores y depositantes, de mayor a menor participación en el banco. Se trataría de recapitalizar la entidad bancaria mediante la transformación de parte de la deuda en acciones, con lo cual los que más hayan invertido en el banco pasarían a tener el dinero invertido transformado en acciones, de esta forma se podría recapitalizar la entidad bancaria de una forma sencilla. Los últimos en sentir, en el caso de que lo sintieran, la recapitalización serían los pequeños depositantes.
Este método es el que realmente se debe llevar a cabo en un sistema capitalista de verdad, es decir, al igual que se privatizan las ganancias que también se privaticen las pérdidas. Lo que no es de recibo es que los ciudadanos se conviertan de manera forzosa en accionistas involuntarios de un banco o una caja de ahorros para socializar unas pérdidas que deberían asumir quienes han llevado a la quiebra a esa empresa.
Es lo que se debería haber hecho, por ejemplo, en el rescate a las cajas de ahorros en España en el año 2012.
Lo contrario a un «bail in», el «bail out», implica que sean los ciudadanos que con sus impuestos sufraguen el rescate de la entidad, y esto manda dos mensajes muy peligrosos:
El primero y obvio es que obliga a la población a hacerse cargo de algo que ella no tiene culpa alguna, el segundo mensaje que manda a las entidades bancarias es el de: «Por muy mal que lo hagáis, aquí estaremos nosotros para rescataros». Este mensaje da una especie de carta blanca a los bancos y cajas que no deberían tener en ningún caso. Y esto es por desgracia lo que ocurrió, y lo que hace que exista un precedente que no debería existir.
Por tanto, aunque es verdad que no se puede dejar quebrar a los bancos por muchos motivos, entre ellos porque las familias y empresas tienen sus ahorros en algunas de esas cajas o bancos, sino también por todos los privilegios que estos tienen por parte de los Bancos Centrales y que en caso de quebrar provocarían una importante catástrofe económica, tampoco es verdad que ese rescate lo tengan que pagar los ciudadanos que no tienen ni un euro en esa entidad bancaria.
Como ya digo, el capitalismo se basa en «Privatizar beneficios y privatizar pérdidas», premiar al que lo hace bien y castigar a aquel que lo hace mal. Porque privatizar ganancias y socializar pérdidas es más bien «capitalismo de amiguetes», es decir, nada que ver con el capitalismo real.
Una respuesta a “¿Qué es un «bail-in»? Lo que se tendría que haber hecho con Bankia.”
[…] y al resto de empresas. El ejemplo más claro lo tenemos con el caso de Bankia, donde España tendría que haber obligado a las cajas de ahorro a llevar a cabo un “bail-in”, que no es más que recapitalizar la entidad bancaria transformando la deuda en acciones, en lugar […]
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