¿Cuántas veces hemos oído la tan manida frase de «Pagamos pocos impuestos en España» o «Hemos de elevar la presión fiscal al nivel europeo y de los países nórdicos»?
Pues bien, no sólo es que no paguemos menos impuestos que los nórdicos sino que pagamos más.
Recientemente ha salido un informe de la «Tax Foundation» en el que se establece un ranking de los países que tienen un sistema tributario más flexible hasta los que tienen el más lesivo de todos.
En este ranking se incluyen:
El Impuesto de Sociedades, el Impuesto a la Propiedad de Bienes Inmuebles (IBI), Impuesto a la Renta (IRPF), Impuestos al Consumo (IVA) y el Rango de Reglas de Impuestos Internacionales.
Este ranking quedaría configurado de la siguiente manera:
La lista continua hasta el puesto 36 (Francia) pero eso no es lo trascendental.
Lo importante es resaltar que España tiene un sistema tributario, en términos generales, mucho más confiscatorio que el de los aclamados países nórdicos, a excepción de Dinamarca que está prácticamente empatado con España.
En cuanto al Impuesto de Sociedades, vemos que todos los países nórdicos tienen un menor gravamen sobre las actividades empresariales, así pues Suecia ocupa el 6º puesto, Finlandia el 7º, Noruega el 12º, Islandia el 11º y Dinamarca el 16º. Todos los países nórdicos tienen, por tanto, un Impuesto sobre Sociedades más flexible que el de España, que se sitúa en el puesto 22.
Por el contrario, si hablamos del Impuesto sobre la Renta en los países nórdicos se grava mucho más que en España. Mientras que España ocupa un puesto medio(14º) con respecto a los países de la OCDE, Dinamarca tiene uno de los Impuestos sobre la Renta más gravosos (34º), Finlandia (27º), Islandia (28º), Suecia (19º) y Noruega que está en mejor situación que España, con el puesto 13.
Respecto al Impuesto sobre el Consumo, no existe una gran diferencia entre lo que se paga en España y lo que se paga en el resto de países nórdicos. Así pues, España ocupa el puesto 14 en este sentido, Dinamarca el 17, Suecia el 16, Finlandia el 15, Noruega el 18 e Islandia el 19.
El informe nos dice que, en cuanto al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), España tiene uno de los más duros de la OCDE, ocupando el puesto 32 sobre 36. Esta es una de las grandes distancias que separa a los países nórdicos con respecto a España, ya que Dinamarca ocupa el puesto 8, Suecia el puesto 5, Finlandia el 14, Noruega el 24 e Islandia el 23.
El último impuesto, Rango de Reglas de Impuestos Internacionales, sería algo así como una especie de armonización entre los impuestos que se han de pagar por operar en un determinado país y en el propio país, tanto si se importa como si se exporta. Es decir, por ejemplo, si una empresa nacional opera también en el extranjero dependiendo del sistema tributario internacional del país de origen pagará más o menos impuestos por los beneficios obtenidos en el extranjero (o ninguno como en el caso de Estonia).
Por tanto, en el sentido de «Fiscalidad Internacional», España ocupa una posición intermedia (19º), no muy alejada de la del resto de países nórdicos.
Como conclusión, aunque es verdad que en España el Impuesto sobre la Renta es menor que el de los países nórdicos, también es cierto que en España tanto el Impuesto de Sociedades como el IBI es más alto que el de estos países, y en global tenemos un sistema tributario más confiscatorio.
El mito de que en España se pagan menos impuestos que en relación a los Países nórdicos queda desmontado.