Esta es una pregunta que nos habremos hecho todos alguna vez a lo largo de nuestra vida, ¿cómo es posible que un elemento como el oro sea muchísimo más caro y tenga un valor monetario más alto que un elemento como el agua que es indispensable para la vida humana?
Tanto si uno está interesado por la economía como si no lo está, es una cuestión que llama poderosamente la atención y que despierta la curiosidad de la gente.
Pero vayamos al grano, ¿por qué el oro tiene más valor que el agua?
No existe una única razón que de respuesta a esta pregunta, sino que hay varias, la primera sería saber de cuántas cantidades de oro y de cuántas cantidades de agua estamos hablando. Porque si la situación que se nos plantea es elegir entre toda la cantidad de agua disponible en el mundo contra la totalidad del oro existente en el mundo, la cuestión no tendría más recorrido ya que elegiríamos tener a nuestra disposición toda la cantidad de agua del mundo.
En este vídeo, el profesor Jesús Huerta de Soto explica como se cumple la ley de la utilidad marginal:
Así pues, si de lo que hablamos es de tener una pequeña cantidad de oro o una pequeña cantidad de agua, aquí sí que nos quedaríamos (en teoría) con la pequeña cantidad de oro. ¿Por qué?
¿Acaso esa pequeña cantidad de agua no podría sernos de muchísima más utilidad que la pequeña cantidad de oro?
La respuesta es sí, pero aquí entra otra de las razones por las que el oro vale más que el agua, y no es otra que la escasez.
Si en el mundo existieran las mismas cantidades de oro que de agua, tampoco tendría ningún sentido este debate, pero al haber una cantidad de oro (o de cualquier metal precioso) muy pequeña en comparación con la de agua, esta tiene muchísimo más valor.
La escasez es algo que atañe a cualquier bien que existe, pero efectivamente a unos bienes les afecta más y a otros menos. La escasez incrementa el valor y por tanto el precio de cualquier bien o servicio del que hablemos, por ejemplo, si en Madrid hay muy pocas viviendas en alquiler disponibles para la mayor demanda de gente que quiere vivir en Madrid, el precio de la vivienda en alquiler se incrementará mucho más de si hubiera mucha más vivienda, es decir, si la escasez no afectara tanto a este bien o servicio.
De la misma manera ocurre con el efecto de subida de precio que hemos visto en estas semanas con las mascarillas y los geles desinfectantes por el miedo al Coronavirus, al no haber una oferta adecuada a la explosiva demanda casi instantánea que se ha producido, el precio de las mascarillas y geles que se han multiplicado varias veces a su precio original por no haber suficientes cantidades de ambos productos para satisfacer a la demanda actual de ellos.
Con lo cual, vemos que tanto la escasez del producto como la utilidad que nos puede brindar el oro, en este caso, tienen mucho que ver en el mayor valor de este con respecto al agua. Quien dice agua dice pan, ropa, cualquier otro alimento, etc.
Por último, habría que indicar que con unas determinadas cantidades de oro se pueden llevar a cabo intercambios por unas cantidades mucho mayores de otros bienes o directamente por una cantidad monetaria determinada. Al equivaler una pequeña cantidad de oro con una cantidad mucho mayor de casi cualquier bien, este puede ser intercambiado con facilidad. Otra cuestión importante es la baja depreciación del oro en el tiempo, a diferencia de otros bienes importantes como una vivienda o un coche, algo que se tiene muy en cuenta a la hora de medir el valor de los bienes.
Por tanto, que el oro tenga mucho más valor que el agua no es algo que no tenga una respuesta única, sino que son varias razones las que fundamentan este hecho: La escasez, la utilidad marginal y la depreciación son varias de las razones que justifican el mayor valor del oro con respecto del agua.