Una historia sobre los alquileres en Estados Unidos.


Cuando hablamos de los alquileres de vivienda no estamos hablando sólo de una cuestión que tiene una o dos problemáticas, sino de un tema que está tremendamente politizado y que siempre lo ha estado, tanto en España como en el resto de Europa o Estados Unidos.

Hay una corriente que cree que la solución a cualquier fenómeno relacionado con el alquiler de vivienda es susceptible de ser paliado con un control del precio de los alquileres, mientras que hay otra corriente que trata de encontrar la problemática en la oferta o en la demanda, si hay mayor oferta que demanda los precios tenderán a la baja y si hay mayor demanda que oferta los precios tenderán al alza. Lo curioso de estas dos posturas, es que no se tienen en cuenta cuando los alquileres en lugar de subir lo que hacen es bajar, porque sí, también pueden bajar y es por esto que traigo esta historia.

El 29 de Noviembre de 2003 se publicaba una noticia en «The New York Times» que comenzaba de la siguiente forma:

«Alquilar un apartamento en gran parte del país en estos días puede parecer un poco como despertarse en su cumpleaños.»

Y continuaba de la siguiente manera:

«A la espera de los inquilinos en algunos vestíbulos de edificios alrededor de Memphis todas las mañanas hay tazas gratis de café Starbucks. En los suburbios de Atlanta, las personas que se mudan a un edificio de apartamentos estilo jardín reciben certificados de regalo de $ 500 para Best Buy, la cadena de productos electrónicos. En Cleveland, Denver y muchas otras ciudades, los propietarios han estado dando obsequios a nuevos inquilinos por un valor de $ 1,000 o más: uno, dos o incluso tres meses gratis sin pagar el alquiler.»

«Si bien los alquileres han seguido aumentando en muchas grandes ciudades de las costas, incluidas Nueva York y Los Ángeles, están disminuyendo en más del 80 por ciento de las áreas metropolitanas de todo el país. Las bajas tasas de interés en los últimos años han persuadido a muchas familias a mudarse de apartamentos alquilados y comprar sus primeras casas al mismo tiempo que los desarrolladores han estado construyendo miles de nuevos edificios de alquiler, dejando a muchos propietarios desesperados por llenar los apartamentos.»

«La parte de los apartamentos vacantes este verano aumentó a 9.9 por ciento, el nivel más alto desde que la Oficina del Censo comenzó a mantener estadísticas en 1956.»

El artículo es mucho más extenso, pero merece la pena ser leído.

Es decir, ante la poca demanda que había en aquel momento de vivienda en alquiler y ante una mayor oferta que demanda, lo que ocurrió es que de un verano para otro el número de pisos vacíos aumentó un 9’9%, en un periodo tan corto de tiempo.

¿Qué motivó que tan poca gente quisiera vivir de alquiler?

Básicamente porque los intereses de las hipotecas estaban tan bajos que los ciudadanos preferían ser propietarios de vivienda antes que estar viviendo en un piso alquilado, aunque los precios de estos pisos alquilados fueran relativamente bajos.

Con lo cual, vemos que al haber mucha más oferta que demanda, es decir, muchos más pisos en alquiler que gente que quiere vivir de alquiler en esos lugares, lo que acabo ocurriendo es que los propietarios de vivienda estaban tan ansiosos porque sus pisos fueran alquilados que recurrían incluso a ofrecer tres meses de alquiler gratis, pasando por cupones de descuento de hasta 500$ en empresas de productos electrónicos y por obsequios por valor de hasta 1.000$ a los nuevos inquilinos.

¿Eran antes los propietarios de vivienda tremendamente altruistas por ofrecer tantas ventajas a sus posibles inquilinos o son hoy tremendamente egoístas por seleccionar a quienes le pagarán un mayor alquiler o por querer adecuar el precio a la demanda existente?

No, los propietarios siempre buscan sacarle la máxima rentabilidad a sus propiedades, ni antes eran muy generosos por ofrecer tantas ventajas ni ahora son la reencarnación del demonio. Vemos como en este caso el «poder» de control estaba del lado de los inquilinos y no del lado de los propietarios.

Tengamos en cuenta que este tipo de circunstancias se produjeron en el 80% de las áreas metropolitanas de Estados Unidos, y que tan sólo en New York y en Los Ángeles el precio de los alquileres siguió subiendo.

¿Cómo era posible que mientras en el 80% de las ciudades y grandes ciudades del país el precio de los alquileres bajaba, en New York y Los Ángeles subiera?

Pues por una sencilla explicación, mientras que en el 80% de las ciudades y grandes ciudades de EEUU había más vivienda en alquiler que gente que quería ir a vivir a esas ciudades y a vivir en alquiler, esto mismo no ocurría en New York y Los Ángeles, donde había más gente que quería ir a vivir a estas ciudades que pisos en alquiler disponibles. Ciudades como NY y LA en las que había control de alquileres, y en las que a pesar de esto siguieron subiendo de precio.

Por tanto, vemos que si tiene más poder la parte de la oferta es porque hay una mayor demanda y que si tiene más poder la parte de la demanda es porque hay una mayor oferta.

Si existe algún tipo de desequilibrio entre la oferta y la demanda, especialmente si la demanda es mucho mayor que la oferta, lo que hay que favorecer es la creación de nueva vivienda para alquilar, no una intervención del precio de la vivienda.

No podemos asegurar que Mónica pudiera haber vivido en Nueva York sin el piso que heredó de su abuela o que Ross y Chandler pudieran haber hecho lo propio si no hubieran sido paleontólogo en el caso de Ross y analista estadístico («transpositor» según Rachel) en el caso de Chandler.

Friends-apartments-hero


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