«Los nacionalistas se han apropiado de la bandera catalana y no podemos usarla sin que nos confundan con ellos», «las feministas radicales se han apropiado de la bandera del feminismo, tampoco podemos usarla», «la derecha se ha apropiado de la bandera de España, no podemos usarla», «la alt-right en EEUU usa la bandera de Gadsden, no queremos que nos confundan a los liberales con ellos», «la bandera del republicanismo es usada por la izquierda, me siento excluido a pesar de ser republicano». Y así podríamos seguir sin parar.
Unos grupos usan una bandera determinada, hacen de este uso algo propio de estos grupos y otros grupos distintos (a pesar de simpatizar con lo que representa esa bandera) deciden no usarla por miedo a que les identifiquen como los del primer grupo mencionado.
Por ejemplo: Como la derecha española usa sin ningún problema la bandera española y ha hecho de esto algo natural en sus manifestaciones, reivindicaciones o actos, una parte de la izquierda teme usar esta bandera a pesar de que se siente a España tanto como la derecha que la usa, por miedo a que le acusen de ser de derechas o de compartir alguno de los valores que puedan tener algunos simpatizantes de derechas.
La cuestión es que nadie impide a nadie usar la bandera que quiera usar, una persona que se considere de izquierdas puede usar perfectamente la bandera de España, o un liberal puede usar la bandera de Gadsden aunque haya extremistas en EEUU que la usen de otra forma.
El uso de la bandera no es algo que se arrebate, es algo que se entrega. Ni a mí ni a nadie nos pueden arrebatar el uso de la bandera española, ni de la bandera de Gadsden, ni la «bandera» del feminismo, ni cualquier otra bandera. Si esas banderas tienen una serie de valores que las caracterizan y yo comparto esos valores o algunos valores, puedo usar esa bandera cuando yo quiera, incluso si no se comparte ningún valor, nadie puede impedir el uso.
Con bandera no me estoy refiriendo sólo a la pieza de tela, sino a lo que propiamente significa esa bandera, a su causa o ideología.
Si yo, por ejemplo, soy español, catalán, feminista y liberal podré usar tanto la bandera española, como la catalana, como la bandera feminista y la bandera liberal. Que otros le den otro tipo de significado no implica que yo no pueda usarla.
Alguien dirá: «Ya, pero es que nos pueden confundir con «X grupo» y a mí no me gusta que me confundan con ellos». Está bien, pues estarás regalando la propiedad de la bandera a ese grupo porque a ti te da miedo que te comparen con ese grupo. Si de verdad tienes claras tus ideas y lo que significa la bandera que estás defendiendo no te tiene que marcar tan decisivamente el que otros grupos usen también esa bandera.
Si yo me siento español y no comparto las ideas de la derecha ni de la izquierda, voy a usar la bandera de España igualmente, nadie me lo va a impedir.
Hay que perder el miedo a que te tachen de «poco de izquierdas, poco de derechas o poco liberal» cuando tú realmente sabes lo que quieres y sabes lo que estás defendiendo.
No hay porqué comprar el pack ideológico completo de la izquierda, de la derecha o del liberalismo, cada uno compartirá una serie de valores que no tienen porqué encajar al 100% con los que supuestamente tiene que tener esa ideología.
Por tanto, si tú sientes que una bandera te representa y que compartes ciertos valores propios de esa bandera, úsala, la única persona que te impide usarla eres tú mismo.