Los denominados «Países Frugales» o «Países del NO» como Dinamarca, Finlandia, Austria, Suecia y Países Bajos están siendo objeto de crítica por parte del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos por negarse a que las ayudas que va a recibir España por parte de la Unión Europea se efectúen sin ningún tipo de condición. Parte de estas ayudas serán directamente transferencias, es decir, España no tendrá que devolver esta parte de las ayudas, sin embargo, habrá otras partidas que sí tenga que devolver.
Precisamente porque España tendrá que devolver parte del dinero que le va a ser prestado por la Unión Europea es por lo que los «Países Frugales» quieren que España se comprometa a llevar a cabo una serie de reformas estructurales que aseguren la devolución de estos préstamos.
La cuestión es, ¿por qué tienen razón al exigir unas condiciones determinadas para poder llevar a cabo estos préstamos?
En primer lugar, hay que ver la evolución de la deuda pública española desde el año 2007 hasta la actualidad, recordemos que 2007 fue la cresta de la burbuja inmobiliaria y que en ese momento España tenía una deuda del 35’8% sobre su PIB, antes de la crisis del Coronavirus la deuda de España se situaba en torno al 95’5%.
Mientras España incrementaba de una forma disparatada su deuda pública, los «Países del NO» contenían e incluso algunos reducían dicha deuda.
Como podemos observar, durante los últimos años, estos países han conseguido mantener a raya su deuda pública. Algunos, como Países Bajos, Austria o Dinamarca lo hicieron además reduciendo el tamaño de su Gasto Público.
Mientras tanto en España, venimos gastando más de lo que ingresamos desde el año 2007, esto es, tenemos un Gasto Público que es superior a los ingresos fiscales que conseguimos recaudar a lo largo de cada año.
Llevamos 13 años gastando más de lo que podemos, recurriendo a la deuda pública para sostener un gasto que no se sostiene por la vía de los ingresos, ¿hemos hecho algo para evitarlo? no.
Desde Europa ya se nos lleva avisando desde hace años que debemos contener nuestro déficit público, ¿hemos hecho algo para contenerlo? apenas nada.
Nos llevan avisando años (desde 2013), entre otras cosas, porque estos países forman parte de los «contribuyentes netos» de la Unión Europea, es decir, son aquellos países que aportan más dinero del que reciben a los fondos de la Unión Europea.
Como vemos, España es «beneficiario neto», esto es, recibe más dinero del que aporta a la Unión Europea. Alguien podría pensar acertadamente, que si bien España se ha visto beneficiada en el año 2018, podría haberse visto perjudicada en algún año o en el total de años desde que España forma parte de la Unión Europea. Sin embargo, aquí ya se explicó que España tiene un balance positivo de más de 90.000 millones de euros desde que ingresó en la Unión Europea en el año 1986.
Con lo cual, si España es un país que recibe más dinero del que aporta, es lógico que aquellos países que están aportando más de lo que reciben no quieran estar permanentemente financiando al resto y que los más beneficiados adopten los ajustes necesarios para mejorar su situación económica.
Los «Países Frugales», con Mark Rutte (primer ministro neerlandés) a la cabeza, quieren condicionar las ayudas que recibirá España a dos reformas estructurales que se deben acometer si se quiere recibir esta ayuda, a saber:
-Reforma del mercado laboral.
-Reforma del sistema de pensiones.
En España se produce una situación absolutamente insólita en el resto de Europa, y es que en los últimos 30 años la tasa de paro no ha bajado en ningún año del 8%, siendo la tasa media de paro del 17’3% en estos 30 años.
Mientras tanto, en los «Países del NO» la tasa de paro no ha subido más allá del 8%. Así pues, nos encontramos con que la mejor tasa de paro en España es la peor tasa de paro en estos países.
¿Qué características tienen estos mercados laborales en comparación con España?
Estos mercados tienen una característica muy importante y muy concreta, y es que son mercados donde la legislación laboral, a diferencia de la española, es muy flexible. Con flexibilidad hacemos referencia a sus menores costes de indemnización por despido procedente, donde España cuenta con la legislación más rígida de toda Europa.
Como vemos, los 5 países frugales están incluidos entre aquellos países donde la legislación laboral es la más flexible de toda la Unión Europea, mientras que España tiene los costes de indemnización por despido procedente más altos de toda la UE.
La reforma que exigen estos países es la de abaratar los costes de despido que dificultan la contratación de nuevos empleados.
Por otro lado, la segunda reforma que plantean es la reforma de las pensiones, la que quizás sea la reforma más necesaria y trascendente a la que se va a tener que enfrentar la sociedad española.
La situación de las pensiones ya la hemos explicado en varias ocasiones en este blog, España tiene un déficit estructural que supera los 17.000 millones de euros y vamos camino de un déficit a medio plazo que triplicará este déficit, con lo que se ha de acometer una reforma con carácter urgente.
Al contrario de lo que se suele decir, España posee una de las pensiones públicas más generosas de toda Europa (sino la que más), donde la pensión representa en torno al 78% del último salario.
Por otro lado, según la empresa Bloomberg, este sería el ranking de los mejores sistemas de pensiones de todo el mundo, algo que también analizamos aquí.
En la mayoría de los países desarrollados, el sistema de pensiones de cada país dispone de «varias patas» para asegurar estas pensiones: a través de un sistema de reparto (público) y de un sistema de capitalización (privado), aunque otros países tienen únicamente el sistema de capitalización.
Los únicos países que en la actualidad tienen el sistema de reparto como única pata son España, Austria y Grecia. Grecia hace ya tiempo que cayó, mientras que Países Bajos y Dinamarca tienen los sistemas de pensiones que mejor nota sacan en los rankings, o mientras que Finlandia y Suecia están no muy lejos de estos dos países, España está en una situación delicada en cuanto a la viabilidad del sistema de pensiones en el medio-largo plazo.
Por tanto, tiene todo el sentido del mundo no ya sólo que estos países condicionen las ayudas a unas reformas estructurales muy necesarias para España, sino que tendrían que ser los propios dirigentes españoles lo que plantearan y llevaran a cabo estas reformas para sostener el sistema que tanto presumen de sostener, pero que en realidad están llevando a la ruina.
España tiene que acometer la reforma laboral y la reforma de las pensiones de forma urgente si no quiere estar llamando a la puerta de Europa cada 5 minutos, los españoles debemos quitarnos la venda y ver la auténtica realidad.
Mark Rutte no es un villano al igual que Angela Merkel no lo era en la pasada crisis, los villanos son aquellos políticos que no acometen las reformas estructurales que necesita España y pasan la patata caliente al que venga detrás, alargando una situación insostenible.