Estos días se ha reavivado el eterno debate en España sobre si debemos tener una república o una monarquía a raíz de la polémica con el rey emérito Juan Carlos I por las sospechas en torno a la posible corrupción del que fuera monarca de España.
Como ya digo, esto ha servido para poner sobre la mesa un debate que llevamos teniendo en el panorama público desde hace décadas. Cuando hablamos de «república» o «monarquía» hablamos de instituciones únicamente representativas y que no tienen ningún poder real en nuestras democracias, sino que ejercen funciones de representación y sin ningún tipo de trascendencia.
Si la cuestión a votar en un referéndum es «¿monarquía o república?», se derivan varias preguntas de este debate.
En primer lugar, ¿el resultado derivado de ese referéndum sería definitivo de por vida?
Es decir, ¿en el caso de salir la república como la opción más votada sería ésta la que permaneciera de por vida, o si por el contrario saliera la monarquía como la opción más votada sería ésta la que permaneciera de por vida?
Un argumento que se suele utilizar para criticar a la monarquía es que esta no ha sido elegida por los ciudadanos y que estos tienen el derecho a decidir quien les representa, pues bien, en el caso de que el resultado de la votación tuviera carácter permanente (tanto favorable a la república como favorable a la monarquía) al final volvería a darse la situación de que los actuales ciudadanos (los futuros ciudadanos llegado el momento) no habrían elegido esa forma de representación y por tanto el argumento volvería a tener todo el sentido.
Por tanto, esta votación no podría tener un carácter permanente. Intuitivamente esto puede parecer algo absurdo pero no lo es, el argumento (como hemos mencionado) contra la monarquía es que no ha sido elegida, pues bien, con un referéndum cada cierto tiempo sí se estaría eligiendo, otra cuestión es si habría que hacer otra votación aparte del propio referéndum para elegir o bien al monarca o bien al presidente de la república, pero si el argumento es «elegir de forma democrática», no puede ser que un resultado marque a las siguientes generaciones.
Otro motivo por el que se suele criticar a la monarquía, es el del coste que supone para las arcas públicas el tener este sistema, y que al parecer con una república sería menor. Si comparamos nuestra monarquía con otras monarquías y repúblicas, veremos que el coste de estas es superior al de nuestra monarquía.
Mientras que la monarquía española nos cuesta alrededor de 8 millones de euros al año, la república en Francia supera los 100 millones de euros (103 millones), la Corona británica ronda los 42 millones de euros, y muy por encima se encuentra la república en Italia donde se eleva la factura anual a los 228 millones.
A pesar de que la diferencia es considerable en favor a la monarquía española, esto no debería ser motivo como para que viéramos con buenos ojos el hecho de destinar casi 8 millones de euros para mantener un organismo que no ejerce ningún tipo de función real, y que actualmente no ha sido elegida.
Otra cuestión que se plantea es la corrupción del sistema en sí, también a raíz de lo ocurrido con el rey emérito pero que ya traía cola desde hace tiempo, tanto un sistema (monarquía) como el otro (república) serían igual de propensos a ser corruptos.
¿O de verdad alguien se cree que una república controlada por políticos, que han robado durante décadas (y seguirán haciéndolo), no va a ser objeto de corrupción por estos políticos?
Tanto los políticos de PP, PSOE, Ciudadanos, Vox, Más País, Unidas Podemos, etc, serían propensos a utilizar el poder como herramienta para su beneficio propio, no seamos ingenuos.
Una última cuestión, que no se debate prácticamente nunca, es la posibilidad de que no hubiera ningún tipo de organismo puramente representativo, es decir, que ni hubiera una república ni hubiera una monarquía.
¿Por qué hay que estar financiando permanentemente a un monarca o a un político para que no nos proporcione un servicio real?
Uno podría decir, «los políticos en el Congreso tampoco proporcionan un servicio real», no le falta razón, pero ese debate mejor para otro día.
El debate en sí sobre si «monarquía o república» me parece un debate bastante estéril y que no aporta realmente nada, ninguno de los dos sistemas sería beneficioso realmente para el conjunto de la sociedad.
Hacia donde debemos ir es hacia el lugar donde cada vez existan menos impedimentos para que la gente desarrolle sus proyectos vitales sin la coacción estatal, y si cualquiera de estos dos elementos puede ser perjudicial para lo mencionado, entonces habría que estar totalmente en contra de estos sistemas, si por el contrario cualquiera de estos sistemas pusiera barreras al poder político para que coartara las libertades de los ciudadanos, entonces estos sistemas sí que tendrían algún tipo de utilidad.
Una respuesta a “¿Hay que elegir entre monarquía o república?”
Muchos no darán un duro por quienes nunca dieron nada…
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