El tema de la semana no es otro que el tema de El Rubius y Andorra. Como ya habrá comprobado el lector por los distintos medios de comunicación, el famoso youtuber español, «El Rubius», ha anunciado que se marcha a Andorra con el fin de pagar menos impuestos y así poder tener un mayor patrimonio.
Esta decisión ha levantado muchísima polémica en torno a la figura de los youtubers famosos que deciden marcharse a Andorra para, como decimos, pagar menos impuestos. Hay que tener en cuenta que este youtuber tiene casi 40 millones de seguidores en Youtube, más de 16 millones de seguidores en Twitter, más de 8 millones de seguidores en Twitch y más de 14 millones en Instagram, entre otras redes sociales.
Por tanto, no estamos hablando de un youtuber poco conocido, sino del que probablemente sea el youtuber más conocido de España. Las reacciones se han dividido fundamentalmente en dos, por un lado los que critican la marcha de Rubén (El Rubius) a Andorra tachándole de insolidario por no querer pagar tantos impuestos, y por otro lado los que le defienden alegando que está en todo su derecho de querer que le cobren menos impuestos.
En este sentido, la decisión de Rubén es perfectamente válida tanto si se queda como si decide marcharse de España, no hay ningún tipo de obligación que le ate con nuestro país, por lo que puede hacer con su vida lo que él quiera. Por otro lado, conviene matizar que en ningún caso es inmoral irse a otro país a pagar menos impuestos o el simple hecho de querer pagar menos impuestos, y tampoco cabe tacharle de insolidario.
¿Por qué?
Básicamente, porque los impuestos son una extracción de riqueza al ciudadano mediante la violencia, así pues, los impuestos son un robo. Nadie, en ningún momento y lugar, ha firmado un contrato por el cual se comprometa a pagar una determinada cantidad de dinero a cambio de recibir una determinada cantidad de servicios por parte del Estado, por tanto no podemos hablar de algo voluntario, y si algo no es voluntario es algo impuesto, como su propio nombre nos indica.
Con lo cual, si los impuestos son un robo y tienen un origen ilegítimo, no sólo no es inmoral querer pagar menos impuestos, sino que es la acción más moral que existe.
Lo verdaderamente inmoral es la utilización del aparato estatal para extraer dinero a los ciudadanos a través de la violencia, una violencia que es el medio a través del cual se sostiene un Estado. El Estado es, como decía Max Weber, el monopolio de la violencia, y sin esta violencia legalizada no podría subsistir ningún Estado. Aquí ya nos encargamos de desmontar la mentira de el Contrato Social.
Si el origen del Estado es la violencia, el crimen, la imposición sobre el grupo de perdedores que habitaba en un territorio, no se puede calificar a ese grupo de vencedores como propietarios legítimos de un territorio, ni ver con buenos ojos que esos vencedores impongan «Ad infinitum» las condiciones que deseen a los futuros habitantes de ese territorio sin que estos puedan decidir sobre sus propiedades. Si estamos diciendo que la iniciación de la violencia contra un grupo es legítima, como hizo en su momento el Estado (y sigue haciendo), estamos diciendo también que si un grupo masacra a otro y se impone sobre los perdedores es perfectamente legítimo, y no, no lo sería, puesto que iniciar la violencia contra una persona o contra la propiedad de una persona no es algo legítimo.
Tampoco cabe calificar la marcha de El Rubius a Andorra como insolidaria, ya que los impuestos no tienen ese tipo de característica, la solidaridad es algo que nace de forma natural y/o voluntaria por parte de una persona, no es algo que se imponga, y los impuestos carecen de todo tipo de voluntariedad, por lo que es absurdo relacionar impuestos con solidaridad. El mero hecho de querer pagar menos impuestos tampoco es algo insolidario.
El concepto de solidaridad, del latín «solidus», describe la adhesión de modo circunstancial a una causa o a proyectos de terceros. Así pues, los impuestos carecen de esta característica, pues nadie se ha adherido al pago de impuestos.
En definitiva, la marcha de Rubén (o de cualquier persona) a un lugar donde le extraen una menor cantidad de riqueza es perfectamente legítima, como también lo es no marcharse del país y tratar de rebajar esa carga impositiva lo máximo posible.

4 respuestas a “Impuestos, youtubers y solidaridad.”
¿No tiene tu blog opción de suscribirse mediante newsletter? Sería muy de agradecer 🙂
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Hola!, sí claro, fíjate en el símbolo que aparece al inicio de la página que pone «Seguir» abajo a la derecha, ahí te da la opción de suscribirte a través del correo electrónico y cada vez que suba artículo te llegará al correo. Si tienes alguna duda no dudes en comentármelo, y muchas gracias!!
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Siguiendo a Nozick que considera que los impuestos son equivalentes al trabajo forzoso llegamos a un callejón sin salida propio de los pensamientos utópicos, y ya puestos en utopías prefiero la de Rawls.
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Gracias por comentar, Luis. A ver, no le faltaba razón a Nozick, los impuestos son eso, coacción, violencia institucionalizada, etc. Ni es un callejón sin salida ni es una utopía. Como dice Michael Huemer, que también habla sobre el tema de los impuestos: «La diferencia sustancial entre utópico y realista no radica en lo distante que una iniciativa se encuentre del «statu quo» o de la corriente dominante del pensamiento político, sino en general, de si exige la vulneración de principios básicos de la condición humana.» Un abrazo!
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