¿Comunismo o Libertad? No, Socialdemocracia o Socialdemocracia.


Si hace una semana pensábamos que la actualidad política no podía estar más agitada con las mociones de censura en Murcia (fallida) y Castilla y León, con la serie de políticos cambiando un partido por otro (el conocido «transfuguismo»), con la decisión de Isabel Díaz Ayuso de celebrar Elecciones antes de que fueran tramitadas las sendas mociones de censura por parte de Más Madrid y PSOE (decisión avalada por el Tribunal Superior de Madrid), etc, estábamos completamente equivocados.

En los últimos días hemos asistido a uno de los hechos más llamativos y desconcertantes de los últimos tiempos, y no es otra cuestión que la dimisión de Pablo Iglesias como Vicepresidente segundo del Gobierno de España. Esta dimisión tiene un objetivo claro, expresado por el propio Iglesias, arrebatar la presidencia a Díaz Ayuso y convertirse en presidente de la Comunidad de Madrid.

Nada más conocerse que Pablo Iglesias iba a presentarse a la candidatura de Madrid, en lugar de Isabel Serra, la candidata por el Partido Popular escribía el siguiente tuit:

Un tuit que tuvo bastante repercusión y que estableció una comparación que no deja lugar a dudas:

Pablo Iglesias representaría al comunismo mientras que Isabel Díaz Ayuso representaría a la libertad.

La cuestión es, ¿es esto cierto?

La respuesta es que no, siendo medianamente serios no se podría catalogar a Pablo Iglesias con comunismo.

Para empezar, ¿qué caracteriza al comunismo?

Este se caracteriza por la inexistencia de medios de producción en manos privadas, al contrario del socialismo donde sí se permiten algunos medios de producción privados. El comunismo busca acabar con todas las clases sociales mientras que el socialismo busca regularlas, y teóricamente el comunismo opera sin Estado, mientras que el socialismo requiere de un fuerte aparato estatal.

A grandes rasgos, estas serían las características tanto del socialismo como del comunismo, ahora veamos si Pablo Iglesias cumple las condiciones necesarias para ser catalogado como «comunista».

¿Ha nacionalizado Pablo Iglesias todos y cada uno de los medios de producción en España?

La respuesta es que no, ni siquiera ha nacionalizado un sólo sector o empresa. No sólo eso sino que durante su estancia en el Gobierno ha participado en el rescate de varias empresas por un valor de más de 1.000 millones de euros. Tampoco ha intentado con firmeza la nacionalización de ninguna empresa, salvo algún guiño en Twitter o alguna declaración, Iglesias no se ha mostrado partidario de la estatalización de sectores estratégicos.

Uno podría esgrimir que Iglesias pensaría todo esto, y que no le faltarían las intenciones para nacionalizar distintas empresas, pero que no tendría el suficiente poder para hacerlo. Está bien, pero eso debería haberle llevado (al menos) a insistir con dureza la aplicación de socializaciones a Pedro Sánchez, es decir, condicionar el pacto de Gobierno a que, por lo menos, se produjera alguna estatalización empresarial, algo que no ha sucedido.

Tampoco hemos visto a Iglesias abogar por una regulación fuerte de las clases sociales o por su desaparición. En cuanto al papel del Estado, Iglesias siempre se ha mostrado partidario de un mayor control estatal que podría asemejarse al de los países nórdicos como Noruega, Suecia o Dinamarca, y no Corea del Norte.

En otro sentido, hay quienes se reafirman en la decisión de llamar comunista a Pablo Iglesias por el hecho de que él mismo se ha calificado como tal. Con lo cual, si hasta el propio Iglesias se ha auto-denominado como comunista, pocas dudas pueden quedar sobre sus ideas e intenciones. Sin embargo, esto es algo tramposo, puesto que Pablo Iglesias se ha catalogado como comunista, pasando por socialista, yendo por socialdemócrata, y hasta por «humilde reformista». Asignarle la etiqueta de comunista es tan arbitrario como asignarle cualquier otra, dado que se ha identificado con todas, no parece esta una forma muy fiable de catalogar sus ideas e intenciones.

El programa político de Podemos tampoco incluye nacionalizaciones masivas ni expropiaciones, sí es cierto que se habla de la creación de empresas públicas y de un aumento de la participación del Estado en «sectores estratégicos», pero esto no deja de ser algo típicamente socialdemócrata (se hace en Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Francia, Alemania, etc). Uno podría decir que, si bien no lo han hecho ni estando en el Gobierno ni llevándolo en su programa político, sí que podrían tener esas intenciones guardadas y hacerlo si algún día tuvieran todo el poder del Gobierno, pero esto sería algo sin mucho fundamento y que se basaría más bien en la fe que en un argumento de peso.

Visto lo visto, el término que más adecuadamente se acerca a Pablo Iglesias es el de socialdemócrata, aunque se podría debatir si es socialista.

Por socialdemocracia se entiende aquella ideología que busca la intervención del Estado en las decisiones sociales y económicas, todo dentro de un sistema de mercado como el capitalista. Funciona a través del sistema democrático, y se caracteriza por una economía mixta, por unos servicios públicos en sanidad, educación, etc, por un sistema de Seguridad Social, por un sistema impositivo progresivo y por una participación del Estado en distintos sectores estratégicos. La socialdemocracia promueve la economía de mercado buscando la creación de riqueza, para luego posteriormente poder redistribuirla buscando acabar con las desigualdades económicas.

El caso de Isabel Díaz Ayuso quizás sea uno que se resuelva de manera más directa, Ayuso dice ser la «libertad» al mismo tiempo que no propone reducciones masivas de impuestos, de regulaciones, de empleos públicos, de privatizaciones, etc. Lo que sí propone Ayuso son bajadas muy livianas de impuestos, apenas décimas de bajada en el IRPF, tampoco propone una educación 100% libre, ni una sanidad libre, y no sólo eso sino que recientemente se ha llevado a cabo la construcción de un hospital público (Zendal). Tampoco ha disminuido el gasto público en Madrid desde que está Ayuso como presidenta, sino que ha ido aumentando y se ha consolidado como el más alto de la historia de la CAM.

Si Ayuso propusiera este tipo de cosas, quizás se la podría calificar (lejana y mínimamente) de esa manera, pero esto es algo que no cabe en los planes del Partido Popular ni a nivel autonómico ni a nivel nacional.

Isabel Díaz Ayuso no puede representar la libertad al mismo tiempo que vive a través del aparato estatal, es una contradicción en los términos, el Estado se impone violentamente sobre los ciudadanos y sin ningún tipo de voluntariedad, y ella participa en primera línea de ese expolio.

Por tanto, Ayuso también se podría calificar como socialdemócrata. Esto no quiere decir que Pablo Iglesias e Isabel Ayuso sean lo mismo por ser ambos socialdemócratas, hay diferencias ideológicas. Ayuso es partidaria de más libertad de la que sería partidario Iglesias, pero ambos en un contexto socialdemócrata, ninguno pone en duda el Estado del Bienestar. Probablemente Iglesias sea alguien más dañino para las libertades individuales que Ayuso (en algunas cuestiones al revés), que es algo que no se niega, pero eso no hace que las diferencias reales sean abismales.

Una cosa es que haya diferencias ideológicas entre Ayuso e Iglesias, que las hay, y otra distinta es utilizar de forma tramposa y manipuladora las definiciones para que encajen mejor con el propio sesgo de cada uno. Esta sería una buena oportunidad para que los ciudadanos que repiten continuamente las palabras «socialismo», «nazismo», «fascismo», «liberalismo», etc, aprovecharan y buscaran el significado y características de cada una de estas corrientes ideológicas, ya que nos ahorraríamos muchas discusiones inútiles.

En definitiva, el lema «Comunismo o Libertad» sería más fidedigno si se cambiase por «Socialdemocracia o Socialdemocracia», o si acaso por «Socialdemocracia suave o Socialdemocracia dura», lo que está claro es que ni Ayuso representa la libertad ni Iglesias representa el comunismo.

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4 respuestas a “¿Comunismo o Libertad? No, Socialdemocracia o Socialdemocracia.”

  1. No es por ser quisquilloso, pero en el socialismo NO se permite que parte de los medios de producción estén en manos privadas, pues en el socialismo (también llamado fase inferior del comunismo) la propiedad privada sobre los medios de producción es abolida, y las relaciones de producción no se caracterizan por el dominio y la subordinación, sino por la colaboración amistosa y la ayuda mutua entre hombres libres de la explotación. Creo que te confundes con el capitalismo de estado

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      • Roberto Vaquero, por ejemplo, aborrece el capitalismo de estado (o socialismo de mercado, llámalo como quieras) que tanto le gusta a Armesilla y que se dio en la URSS después de la muerte de Stalin o el que se da ahora en China, pues dice que es revisionismo y un paso atrás. En fin, cosas de comunistas. Por lo demás, buen artículo

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