Hace varias semanas tuvimos la ocasión de presentar una serie de críticas a la democracia a raíz de un debate entre Rubén Gisbert y Juan Ramón Rallo sobre democracia y liberalismo. En este mismo artículo se habló, de forma muy breve, sobre si la democracia en sí es o no es una ideología, en este artículo vamos a tratar de explicarlo un poco más.
Rubén Gisbert ha explicado en varias ocasiones que una constitución formal no tiene ideología, aunque sí afirma que otras constituciones si pueden ser ideológicas. En esta misma línea, Gisbert dice lo siguiente:
Yo propongo el discurso de la democracia y la libertad política, que no es ideológico porque persigue un cambio justo y que impida el abuso de poder hacia el ciudadano».
En otras palabras, Gisbert está estableciendo que la democracia como sistema político no tiene ningún tipo de ideología, sino que sería más bien una forma de proceder que tendrían los ciudadanos para organizarse en sociedad, dentro de esta democracia podría haber ideas de izquierdas, de derechas, ideas liberales, ideas socialistas, ideas comunistas, etc. Hecha esta pequeña explicación, vamos a tratar de exponer los errores que tiene.
Para empezar, hay que ver qué se entiende por ideología, según la RAE:
Ideología: Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político.
Atendiendo a esta definición, es evidente que la democracia (tanto la formal, como la que tenemos en España, la que se tiene en Alemania, Estados Unidos, en Francia, etc) es un sistema político ideológico. La democracia establece o defiende una serie de ideas concretas (sufragio universal, igualdad jurídica con matices, libertad de expresión, capacidad para decidir a los gobernantes, etc) que no defienden otros sistemas políticos, o no lo defienden de esa manera.
Por tanto, parece evidente que sí se trata de un sistema político ideológico (valga la redundancia), tratar de establecer que la democracia no es ideología sería como decir que es ciencia. Un argumento que suelen usar los trevijanistas, aunque Gisbert afirma no ser trevijanista, es el de que la democracia no es ideológica porque en ella caben (como hemos mencionado) muchas corrientes ideológicas.
Esto podría a simple vista parecer cierto, si se permite que haya distintas corrientes ideológicas dentro de un sistema político, ese sistema político podría ser neutro y no tener un sesgo hacia ninguna ideología. Sin embargo, es algo tramposo, ya que de la misma manera se podría decir que el anarquismo no es ideológico porque en él caben muchísimas corrientes ideológicas (tanto de izquierdas como de derechas), y también se podría decir lo mismo de las dictaduras. Es más, la izquierda y derecha que permite la democracia no es otra que la izquierda democrática y la derecha democrática, no permite otras. Y ni muchísimo menos la izquierda y la derecha tienen que ser democráticas, es más bien al contrario.
Por otro lado, ¿por qué esa serie de ideas que hemos mencionado anteriormente y no otras?, de la misma manera que se podría defender la libertad de prensa, la libertad de expresión, o la igualdad jurídica, también se podría defender lo contrario. Podría darse el caso de ciudadanos que no valoraran este tipo de ideas en absoluto y que prefiriera otras cosas como, por ejemplo, tener un alto nivel de vida.
La propia idea de justicia que emplean los trevijanistas o los demócratas, no me quiero centrar sólo en los trevijanistas, es una idea de justicia que no es compartida por todo el mundo. Los comunistas tienen una idea de justicia, los liberales tienen una idea de justicia propia, los socialistas tienen otra, los socialdemócratas tienen otra, los fascistas tienen otra, la derecha tiene otra, los anticapitalistas tienen otra, los anarquistas otra, etc. Con lo cual, tratar de hacer ver que su idea de justicia es la única y universal que hay es un poco tramposo. Un anarquista no podría estar de acuerdo con la idea de que la justicia es la democracia formal en tanto que la justicia no puede provenir del Estado, por distintos motivos.
Este intento de desposeer a la democracia de sus características y de darle un aspecto neutral, como si lo que todo el mundo entiende por justo es lo que representa la democracia, es un intento peligroso de esconder tras el velo de la «libertad» una determinada ideología, y esto conlleva consecuencias negativas.
No hay más que ver el escándalo o la sorpresa (para mal) que se llevan muchas personas cuando alguien afirma no ser demócrata o estar en contra de la democracia como sistema. Pareciera que esa persona está totalmente en contra de la libertad y que quiere oprimir a toda la población bajo una tiranía absoluta. Es evidente que hay quienes no se catalogan como demócratas porque o bien prefieren una dictadura de corte militarista o porque prefieren una monarquía (no son las únicas opciones posibles), pero también hay personas que se consideran anarquistas y que no buscan nada similar a lo mencionado anteriormente.
La democracia ha conseguido que se la relacione de forma casi inseparable con la palabra libertad, como si ambas significasen lo mismo, algo tremendamente peligroso, puesto que todo lo que se salga del discurso demócrata parecería que busca atentar contra la libertad. Este es uno de los grandes logros (y trampas) que ha conseguido establecer la democracia en muy buena parte de la población.
No es de extrañar que se haya producido este fenómeno, puesto que todas las personas que nacen dentro de un territorio son controladas desde que nacen hasta que mueren por parte del Estado, desde su educación desde pequeños hasta en la vejez. Ni en las escuelas, ni en los institutos se discute la legitimidad o la figura de la democracia, sino que se instruye en favor de este sistema político y se crean asignaturas como «Educación para la ciudadanía» con el propósito de «enseñar a los alumnos a ser buenos ciudadanos», todo sin cuestionar un ápice la Constitución Española. Desde la política siempre se insiste en la necesidad de votar y de participar en el sistema democrático, ya que eso es lo que les permite ser «ciudadanos libres», mientras que una actitud que trate de alejarse de la política puede llegar a verse como algo dañino para la democracia.
Aunque este tipo de actuación no es algo exclusivo de la democracia, cualquier dictadura ha intentado siempre legitimarse y tratar que sus ciudadanos creyeran que vivían en la cúspide de la libertad. Cualquier sistema ilegítimo ha tratado (y tratará) de darse legitimidad de alguna forma, y la mejor fórmula a largo plazo es la de adoctrinar a los futuros ciudadanos, esto es, a los niños.
La democracia no deja de ser un sistema impuesto, de forma violenta, sin el consentimiento de todos y cada uno de los ciudadanos, sin derecho a que los ciudadanos abandonen ese sistema, donde las mayorías se imponen sobre las minorías, etc.
En definitiva, la democracia es un sistema ideológico (como cualquier sistema), por mucho que haya conseguido establecer la falsa sensación de que es igual a la libertad.

8 respuestas a “Algunos problemas de la democracia (II)”
Te sigo en tw desde hace tiempo pero aqui patinas en varias cosas. Una democracia al igual que una dictadura no puede ser ideológica, de la misma forma que lo es una dictadura o una oligocracia, ya que trata de como se articula el poder del gobierno, si hay representación política o no, etc… Repito, del Gobierno, no del Estado.
El motivo por el que no es una ideología esta en la diferencia entre hecho y acto que se crea ya desde el derecho romano. A modo muy resumido y de ejemplo: que una roca caiga desde lo alto de un acantilado, es un hecho, es decir, algo que depende única y exclusivamente de la realidad. Que una persona vea esa roca y hable sobre como la caida puedea afectar a la gente, si le gusta o no, es un acto.
Dicho lo cual, mejor que no exista Estado.
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Gracias por comentar. Totalmente en desacuerdo, claro que pueden ser ideológicas (tanto las democracias como las dictaduras) y de hecho lo son. Que yo sepa la democracia no es ciencia, ni las ideas democráticas tampoco. Las bases de la democracia son ideas muy concretas, como ya explico en el artículo, y eso es ideología. Hay pocas cosas más ideológicas que una constitución, que no permite nada que se salga de ese marco, de esas ideas concretas. Ideología no es solo la falsa dicotomía entre izquierda-derecha (si es que se puede definir a una única derecha y a una única izquierda, que no, hay muchas), ideología es el por qué unas ideas concretas y no otras. Saludos.
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Creo que no me he explicado del todo bien. Obviamente, un régimen, sin importar la forma de su gobierno puede ser ideológico como lo era la 2a República donde se decia que «España es una república de trabajadores» en su constitución», pero no todas los regímenes nacen con una ideología en mente ni debido a una, suelen nacer por la fuerza más bien y a partir de que las reglas están establecidas los actos de los gobernantes si que son siempre ideológicos, porque son actos y no hechos. Antes de nada me gustaría explicar que al igual que la dictadura está basada en un hecho y no una idea es decir, (una representación mental de algo como una ley) una democracia, como la llamab Trevijano «formal» está basada en la separación de poderes y en la representación que nombraba tanto Garcia-Trevijano, que son leyes y no simples ideas o ideologías.
Dicho lo cual, me gustaría aclarar el concepto de ideología. Estaremos de acuerdo (si, hablo contigo, querido lector) en que si una ideología fuese todo conjunto de idaeas que no vieniese de la ciencia, la poesía, la literatura, la música, la escultura y la pintura (que «tienen» las ideas de armonía, belleza, etc.), entre otras muchas cosas, serían una ideología. Si observamos la palabra ideología, etimológicamente se compone principalmente de dos partes, la primera es idea, y la segunda logía, y en la segunda hay un sufijo, que es -ia. Bien, si atendemos solo a su etimología, ideología significa aquella idea, es decir, que es una verdad parcial (ya que a no ser que seamos como Platón, la idea de caballo no existe, no existe el caballo «perfecto» y también decir que verdad parcial no es lo mismo que verdad a medias) es tratada a través del la inteligencia o razón universal con la que cuentan los humanos para tratar todo lo que podemos conocer, lo que viene siendo el logos. Y por último -ia nos da el significado de cualidad, de tratamiento. En definitiva la cualidad de tratar una verdad parcial a través del logos. La primera «gran» ideología donde esto se ve muy bien, que es el socialismo. Se tiene la idea de la igualdad material, de la lucha de clases, pero aunque es cierto que en periodos de la historia, como la Revolución Francesa hubo lucha de clases, esto no quiere decir que sea el motor de la historia, y tampoco existe la igualdad material, ya que la naturaleza es de por si desigual.
La separación de poderes, es decir, el elegir en dos elecciones al ejecutivo o legislativo, no puede ser una solo «idea» de la misma forma que una ley o un veredicto dado por un juez no son simples ideas. Tienen su parte material y teórica, al tener el Estado, en el ejemplo del último caso, el poder para ejecutar las leyes mediante la fuerza policial (y España tenemos un Estado metio en todo, totalitario, que te prohibe o te permite cosas como la unión entre personas del mismo sexo, el mismo también te hace las leyes, mira que bien oye). Es por esto que un régimen (o sistema) de poder puede tener un componente ideológico, pero eso no lo hace una ideología.
Sospecho que no vas a coincidir conmigo, lo que daría ya a un buen debate que no voy a seguir, asi que por mi tema zanjado, pero me gustaría dejar esto aqui para quien lo quiera leer.
Por último me gustaria decir que me gusta tu canal y tu blog, ya que me pareces una persona ante todo honesta y sincera con lo que dice, y eso es lo que más valoro, y no te tomes esto que he dicho aquí como un ataque ni nada de eso.
Un saludo, crack 😉
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No hombre, no me parece un ataque jaja me parece que lo has escrito todo muy correctamente y siempre desde el respeto, cosa que agradezco mucho. Evidentemente no vamos a estar de acuerdo y por aquí se hace complicado el debate, como con cualquier red social, al menos para mi se complica. Un abrazo 🙂
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PD: Yo también soy de Almeria jejeje
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En lo de “Atendiendo a esta definición, es evidente que la democracia (tanto la formal, como la que tenemos en España, la que se tiene en Alemania, Estados Unidos, en Francia, etc)” te has lucido. Entonces lo de Franco era una democracia ¿no?
No digo que no sepas de economía, pero mejor que no hables de otros temas sin antes formarte y saber lo que dices para no soltar cuñadeces.
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Hola Antonio, antes que nada te pediría educación si quieres una conversación fructífera. En segundo lugar, ¿has leído bien lo que he escrito? Lo que entrecomillas se refiere a lo que «ideología». Cito: Atendiendo a esta definición, es evidente que la democracia (tanto la formal, como la que tenemos en España, la que se tiene en Alemania, Estados Unidos, en Francia, etc) es un sistema político ideológico. La democracia establece o defiende una serie de ideas concretas (sufragio universal, igualdad jurídica con matices, libertad de expresión, capacidad para decidir a los gobernantes, etc) que no defienden otros sistemas políticos, o no lo defienden de esa manera.
Viendo tu contestación diría que no has leído con mucha atención, aunque si que cargas contra lo que escribí. En fin, un saludo.
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De acuerdo, vuelvo a coger tu cita: «Atendiendo a esta definición, es evidente que la democracia (tanto la formal, como la que tenemos en España, la que se tiene en Alemania, Estados Unidos, en Francia, etc) es un sistema político ideológico. La democracia establece o defiende una serie de ideas concretas (sufragio universal, igualdad jurídica con matices, libertad de expresión, capacidad para decidir a los gobernantes, etc) que no defienden otros sistemas políticos, o no lo defienden de esa manera.»
Entonces como la religión musulmana o cristiana, que es un conjunto de ideas concretas (Monoteismo, libro sagrado, profeta, etc…) o la poesía (belleza, rimas, métrica, etc…), entre otras muchas, son un conjunto de ideas concretas, también son ideologías, ¿no? Agradecería que me respondiera, porque si usted admite que no es así está cayendo en una contradicción consigo mismo y si admite que es así entonces todo es ideología, parace ser. Su definición de ideología, además de no atender a la etimología de la palabra, es vaga y errónea. Uno puede reírse y llamar cuñado a otras personas (a veces frívolamente) por sus errores siempre que se asuma que puede que uno cometa más errores que a la persona que se critica. Pues bien, en este artículo, en contraste con la mayoría de los que usted ha escrito, que he de admitir que son buenos, usted ha demostrado que cualquiera puede ser un cuñado.
Empiece leyendo la obra de Aristóteles, Polítika y acabe por los los psicologistas franceses de la Revolución Francesa, la obra «La ideología alemana» y a Hegel, que son quienes definen el significado de ideología, aunque le repito, simplemente con algo de etimología se puede saber su significado.
Un saludo.
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