El pasado 30 de abril, el Gobierno de España envió a la Comisión Europea el Programa de Estabilidad y el Plan Nacional de Reformas para el periodo 2021-2024, en dichos programas el Gobierno explica a Bruselas la situación de las finanzas públicas, así como el futuro gasto en sanidad, educación, pensiones, etc, y en donde explica las reformas que se van a acometer en España.
Este documento ha pasado bastante desapercibido para la importancia que verdaderamente tiene, ya que en él se estima que las pensiones sufrirán un recorte de hasta el 30% desde la actualidad hasta el 2070, algo que iremos viendo a lo largo del artículo.
En un primer lugar, estas son las proyecciones de gasto sobre el PIB (no sobre el Gasto Público) entre los años 2019 y 2070.

Como podemos ver, mientras el gasto en sanidad pasaría de un 5’7% en 2019 hasta un 7% en 2070, el gasto en pensiones descendería desde el 12’3% actual hasta el 10’3%, y el gasto en educación pasaría del 3’6% actual hasta el 3’2% en 2070.
Esto en cuanto a las partidas más importantes, también podemos observar como el Gobierno prevé que la tasa de paro descienda hasta el 7’2% en 2050, y llegando al 7% hasta 2070.
Sin embargo, nos centraremos en la cuestión de las pensiones y mencionando los aspectos más relevantes que se mencionan en este documento:
La primera y más importante es que la tasa de sustitución de las pensiones pasará de un 60% en la actualidad hasta un 30% en el año 2070.

La tasa de sustitución representa el porcentaje de ingresos que recibe el pensionista en relación con los últimos ingresos que tuvo como trabajador, o dicho de otra forma, es la relación entre la pensión y el último salario percibido como trabajador.
De acuerdo con los datos ofrecidos por el Gobierno, la tasa de sustitución pasaría del 60% al 30%, es decir, si hoy un trabajador se jubila habiendo percibido un salario de 1.000 euros, recibe en la actualidad en torno a 600 euros, sin embargo en el año 2070 la situación sería muchísimo peor ya que la pensión recibida se reduciría hasta los 300 euros.
De la misma manera ocurriría para el resto de pensiones, es decir, un trabajador que se jubila hoy en día habiendo percibido un último salario de 2.000 euros, estaría recibiendo una pensión de 1.200 euros, mientras que en 2070 sería de 600 euros.
Estas previsiones son demoledoras y vienen a confirmar lo que ya sabíamos, que el sistema público de pensiones es una absoluta ruina, que carece de sostenibilidad en el tiempo, que presenta un déficit de alrededor de 20.000 millones de euros, y que forzará a sus actuales cotizantes a contribuir durante más años para acabar percibiendo una pensión mucho menor de la prometida, o de la que están recibiendo los actuales pensionistas (no digamos ya los pasados).
Recordemos que actualmente un trabajador aporta alrededor del 30% de su salario a pensiones (28’3%), aquí hay que distinguir entre tres partes: Coste laboral, salario bruto y salario neto. El salario bruto es la cuantía que percibe el trabajador antes de que se produzcan retenciones (como las cotizaciones a la Seguridad Social), el salario neto es la cuantía final que percibe el trabajador (aquella cuantía de la que puede disponer libremente), y el coste laboral es el coste total de contratar a un trabajador, es decir, lo que le cuesta por mes a una empresa el tener a ese trabajador, aquí un ejemplo del coste laboral mínimo en el año 2014.

El salario neto sería de 645 euros, mientras que el coste laboral sería de 1.100 euros, aquí vemos como de ese coste de 1.100 euros, 245 euros van a parar a cotizaciones a la Seguridad Social, alrededor de un 22%. Y aquí estamos hablando de un salario mínimo, que se beneficia de bonificaciones fiscales, cualquier otro salario que esté por encima ha de destinar el 28’3% a la SS.
Es importante resaltar que el coste laboral es el verdadero salario del trabajador, no se trata de ninguna concesión del empresario, ya que para que un trabajador pueda seguir desempeñando su trabajo ha de tener una productividad superior al coste laboral mencionado, es decir, un trabajador que cobrase en el año 2014 el SMI, no es que tuviera que producir por valor de más de 645 euros al mes, sino de más de 1.100 euros. Por tanto, ese coste laboral es en realidad el salario del trabajador, es una cuantía que pertenece de forma íntegra al trabajador, y de la que una buena parte se va a las cotizaciones sociales.
Aclarado este punto, vemos un panorama desolador, ya que mientras los actuales trabajadores están aportando en torno al 30% de su salario para las cotizaciones sociales, el propio Gobierno está admitiendo que (en el futuro) esos mismos trabajadores van a recibir una pensión que supondrá el 30% de sus últimos salarios. Se trata de aportar (vía impuestos) casi lo mismo que se va a recibir en el futuro, con el pequeño matiz de que mientras un trabajador tendrá que cotizar cerca de 40 años para poder cobrar una pensión, el tiempo por el cual va a estar cobrando esa pensión no se va ni a acercar a esos años cotizados. La esperanza de vida, según el propio informe, para hombres será de 87 años y para mujeres de 91 años en 2070. Estamos hablando de que se necesitará cotizar en torno a 40 años, jubilándose quizás a los 70 años, para una esperanza de vida de en torno a 20 años más después de la jubilación.
¿Cotizar durante 40 años para recibir exactamente lo mismo que se aportó pero sólo durante 20 años?
Desgraciadamente es el panorama que se deduce a partir del documento presentado por el Gobierno, y del cual conoceremos más detalles en las próximas semanas.
Lo que está claro es que se viene a confirmar lo que ya veníamos hablando desde hace tiempo, que la estafa piramidal del sistema público de pensiones está condenada a dar pensiones de miseria a sus pensionistas, que los actuales trabajadores (sobre todo los jóvenes) tendrán que cotizar más años para recibir muchas menos prestaciones de las que reciben los actuales pensionistas, y que de no hacer reformas de importante calado, este sistema se deshará antes de lo previsto.
En un sistema de capitalización, un trabajador aporta una parte de su salario a su jubilación futura, en un sistema de reparto público (como el que tenemos) los actuales trabajadores cotizan para pagar las pensiones de los actuales pensionistas, y los actuales pensionistas cotizaron para pagar las pensiones de los anteriores pensionistas, etc. Los actuales trabajadores no están ahorrando para su jubilación, sólo tienen una especie de «derecho de cobro» de las pensiones que se puede ver modificado tantas veces como el Estado así lo considere, y que ya ha sido modificado varias veces a lo largo de la democracia.
En definitiva, el resumen del futuro de las pensiones públicas se resume en un recorte del 30% de la tasa de sustitución, y con un alargamiento de la edad de jubilación. Al final se trata de cotizar más, para recibir mucho menos en el futuro.
