Hace unos meses se hizo viral un tuit en el que se ponía de manifiesto como se repartía el origen de la riqueza entre los multi-millonarios de distintos países, así rezaba el tuit:
Rápidamente, distintas personalidades de la política aprovechaban para comentar este tuit, así Eduardo Garzón o Íñigo Errejón decían lo siguiente:
Estos datos son correctos, provienen de un informe del PIIE (Peterson Institute for International Economics) sobre «Los orígenes de los superricos», de las economistas Caroline Freund y Sarah Oliver. Sin embargo, hay otros muchos datos y conclusiones que estos dos conocidos políticos de izquierdas no tuvieron a bien contar.
Nota: La riqueza se clasifica como «hecha por uno mismo» cuando el individuo que figura en la lista fue el fundador de la empresa, o cuando su fuente de riqueza es el resultado de su posición en una empresa concreta.
Uno de ellos es que, si bien es verdad que la fortuna de los mil-millonarios (aquellas personas con más de 1.000 millones de dólares de patrimonio) proviene de herencias en un 53’8% en el caso de España, y la fortuna que proviene de «hacerse a sí mismo» supone el 42’3% (excluido el 3’9% que proviene de conexiones con el mundo de la política), de aquí no se deduce que la solución para paliar esto (si es que hay que paliarlo) sea una política redistributiva.


Como podemos ver en el gráfico, en España la fortuna de los mil-millonarios proviene en un 53’8% de la herencia, pero es que en países que son considerados la meca de la redistribución de la riqueza y esos países a los que hay que parecerse, como son Suecia, Dinamarca o Finlandia, la riqueza heredada supone el 63’2%, el 83’3% y el 100%. Rara avis es el caso de Noruega con un 22’2%, dentro de los países nórdicos.
En este mapa podemos verlo de forma más visual y atractiva.

Una pequeña nota, que debería ser importante, es que por el mero hecho de que una riqueza sea heredada no quiere decir que esa riqueza sea ilegítima, es decir, una riqueza que haya sido obtenida en base al robo, a las conexiones de poder, al activismo lobbista, etc. Si una riqueza ha sido obtenida porque una persona ha sido capaz de satisfacer correctamente las necesidades y deseos de los consumidores, y en consecuencia estas personas le han recompensado a través de adquirir sus bienes y/o servicios, esta riqueza es perfectamente legítima, puesto que se ha conseguido de forma pacífica y voluntaria entre las partes. Por tanto, calificar «per se» como hace buena parte de la izquierda a toda la riqueza (heredada o no heredada) de «ilegítima», no tiene ningún sentido y hace un «tótum revolutum» donde todo es igual, así la riqueza de un cirujano muy bueno sería igual de válida que la de un señor de la guerra. Por tanto, si una riqueza es legítima no debería haber ningún problema con esa riqueza, otra cosa es que hubiera sido obtenida a través de lo que he mencionado anteriormente.
De todas formas, aunque es verdad que la riqueza heredada supone un porcentaje elevado en el total de riqueza de los mil-millonarios, aquí también caben más apuntes.

Uno de ellos es que la riqueza heredada entre los mil-millonarios ha pasado de representar el 55’3% en todo el mundo a representar el 30’4% en apenas 20 años. La riqueza de los mil-millonarios «hechos a sí mismos» ha pasado de representar el 44’7% al 69’6%. Un cambio bastante significativo en un periodo corto de tiempo.
Por otro lado, vemos como esta tendencia se da tanto en Estados Unidos, como en Europa y en el resto de economías avanzadas (Australia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur). Si bien es cierto que la tendencia en Europa se ha frenado más acentuadamente que en Estados Unidos, eso no quita para que la riqueza heredada haya pasado de representar el 70% en 1996 a representar el 50% en 2014. En Estados Unidos el porcentaje de riqueza heredada entre los mil-millonarios ha pasado de representar el 50% en 1996 a representar menos del 30% en 2014.
A este respecto, el informe señala un menor dinamismo en las economías de Europa con respecto a la de Estados Unidos. Algo que señala el paper es lo siguiente:
«La riqueza extrema se crea y se destruye a un ritmo casi constante en Estados Unidos, de modo que la edad media de las empresas que están detrás de las fortunas estadounidenses es más o menos la misma ahora que en 2001.»
A pesar de que se suele criticar, y a veces con razón, a Estados Unidos por su poca movilidad social, vemos que en el país norteamericano existe mucha más movilidad social (esto es, que los individuos puedan ascender a un determinado escalón social y también que puedan descender de él) que en Europa.
Un dato interesante que encontramos es el siguiente:

Como vemos, la mayor parte de la riqueza heredada pertenece a la segunda generación, que oscila en el 60% en las economías mencionadas. Conforme va pasando de manos dicha riqueza a través de la herencia, vemos como se evapora de forma muy considerable.
La riqueza heredada por la tercera generación apenas representa algo más del 20% en Estados Unidos y la riqueza de cuarta y quinta generación tiene un papel casi residual. En Europa ocurre un proceso similar aunque menos acusado, donde vemos como la riqueza heredada de tercera generación no llega al 20%, algo que también ocurre con la riqueza de cuarta generación, y al igual que en EEUU la riqueza de quinta generación apenas tiene un papel testimonial.
Y un último dato a todo este respecto, y es que la tasa de creación y destrucción de aquellas empresas que están detrás de la fortuna de los más ricos sigue una trayectoria similar a la del año 2001. Con lo que no sería cierto aquello de que las herencias son cada vez más duraderas o que están concentradas en pocas manos. En Estados Unidos la riqueza se crea y se destruye a tasas casi constantes, donde la duración media de estas empresas ronda los 42 años (38 años en 2001). Mientras que en Europa estan empresas tienen una duración media de 61 años (52 años en 2001).


(El gráfico 8 muestra la distribución de la edad de las empresas en 2014 para los multimillonarios de Estados Unidos, Europa y otros países avanzados.)
Lo que concluye este paper es que en Estados Unidos la creación de riqueza es mucho más dinámica que en Europa, con más riqueza hecha por uno mismo y con empresas más jóvenes.
En definitiva, aunque es verdad que la riqueza heredada sigue suponiendo un porcentaje elevado de la riqueza total de los más ricos, en primer lugar no supone ningún problema siempre y cuando esa riqueza haya sido obtenida de forma legítima, y en segundo lugar, aunque fuera un problema es algo que sigue una tendencia en donde aquellos ricos que se hacen a sí mismos desplazan a aquellos ricos que lo son por haber recibido una herencia millonaria.
