Los países nórdicos son puestos en muchas ocasiones como modelos a seguir por buena parte de nuestra izquierda española, tanto PSOE como Podemos tratan de acercarnos a las socialdemocracias nórdicas en cuestiones como el tamaño del Estado del Bienestar. No obstante, hay ciertos aspectos sobre los países escandinavos que conviene aclarar.
Mito 1: «Los países nórdicos tienen sistemas fiscales más progresivos que en el resto de Europa»
El primero de ellos es su supuesta «progresividad fiscal», en países como Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia o Islandia parecería que existe un sistema fiscal muy progresivo, o lo que es lo mismo, los más ricos acaban pagando muchos más impuestos que aquellos que no lo son. ¿Es esto lo que ocurre en estos países?
Si nos fijamos en los datos que nos ofrece la OCDE, vemos lo siguiente:


El tipo marginal (el tipo más alto) de Impuesto sobre la Renta que se paga es del 55.9% en Dinamarca, del 51.2% en Finlandia, del 46.2% en Islandia, del 38.2% en Noruega y del 52.3% en Suecia.
Este tipo marginal lo pagan todos aquellos que tengan unos ingresos 1.1 veces el ingreso promedio nacional en Suecia, de 1.3 en Dinamarca, de 1.6 en Noruega, de 1.9 en Finlandia y de 1.5 en Islandia.
¿Cuál es el salario promedio en cada país?
En Dinamarca es de 56.000 euros al año, en Suecia de 46.000 euros anuales, en Finlandia de 46.000 euros anuales, en Islandia de 57.000 euros anuales y en Noruega de 54.500 euros al año.
Por tanto, en Suecia paga el tramo máximo todo aquel que tenga ingresos superiores a 50.600 euros al año, en Dinamarca es a partir de 72.800 euros anuales, en Finlandia a partir de 87.400 euros, en Islandia a partir de 85.500 euros y en Noruega a partir de 87.200 euros al año.
Es decir, que tanto los que tienen ingresos cercanos al ingreso promedio como aquellos que tienen salarios muy elevados pasan por el tipo marginal. Esta es una de las características de los países nórdicos, ya que en el resto de países europeos la diferencia es mayor. En Austria se han de tener ingresos 22.5 veces mayores al ingreso promedio para acceder al tramo más alto, en Francia 15.4 veces, en Portugal 14.4 veces, en Grecia 11.1 veces, en Alemania 5.4 veces, en Luxemburgo 3.7 veces, en Reino Unido 3.6 veces, en Suiza 3.5 veces, en Italia 2.8 veces o en España 2.8 veces.
Estos países no sólo tienen tipos marginales más bajos (en su inmensa mayoría) sino que para acceder a estos tipos se han de tener ingresos mucho más elevados que en los países nórdicos.
Pero no sólo son menos progresivos en este sentido, también aplican un IVA mayor que el que se aplica en España o en el resto de países europeos. Como sabemos, el IVA es un impuesto indirecto, lo pagan igual tanto los más ricos como los más pobres. Así pues, vemos como los países nórdicos tienen uno de los IVAs más altos de Europa:

Mientras que la media europea se coloca en torno al 21% de IVA general, en Dinamarca, Suecia y Noruega está al 25%, en Islandia y Finlandia al 24%. Esto lógicamente hace que los ingresos estatales por impuestos indirectos sea mayor, como vemos a continuación:

Los ingresos por impuestos sobre el consumo representaron alrededor del 12% del PIB en Suecia, y más del 14% del PIB en Finlandia y Dinamarca, por encima de la media europea.
Por complementar estos datos, aquí la tasa efectiva sobre el IVA (el IVA que realmente se paga) en toda Europa, donde vemos que los nórdicos destacan especialmente:

Mito 2: «Los países nórdicos son más igualitarios en riqueza».
Si bien los países nórdicos son de los países más igualitarios en cuanto a redistribución de la renta, como se puede ver en el siguiente gráfico, no lo son en cuanto a redistribución de la riqueza.

Si acudimos al informe «Global Wealth Report 2014» de la empresa financiera Credit Suisse, observaremos como los países escandinavos no destacan precisamente por su igualdad en el reparto de la riqueza total del país.
Tal y como nos muestra la siguiente tabla, vemos qué porcentaje de la riqueza total del país corresponde al 10% más rico de cada país:

En Suecia el 68.6% de la riqueza total del país es controlada por el 10% más rico, siendo del 65.8% en Noruega, del 67.5% en Dinamarca y del 54.5% en Finlandia. Vemos que estas cifras son superiores a las de países como Alemania, Italia, Países Bajos, Bélgica, Irlanda, Portugal, España, Reino Unido, Francia, etc. Por tanto, si bien es cierto que la renta se distribuye después de impuestos y transferencias, no ocurre lo mismo con la riqueza, que acaba siendo más desigual que en otros países.
Mito 3: «En los países nórdicos la indemnización por despido procedente es mayor».
A decir verdad, los países nórdicos destacan por una flexibilidad laboral que no existe en España, en nuestro país hemos escuchado muchas veces que «despedir es gratis» pero nada más lejos de la realidad, sino todo lo contrario.

Como vemos en el gráfico de arriba, España tiene el mayor coste de despido de toda la Unión Europea, incluso después de la reforma laboral del año 2012 donde supuestamente se había «abaratado tanto el despido». Mientras España lidera la clasificación, Suecia, Dinamarca y Finlandia no tienen indemnización por despido procedente.
Mito 4: «En los países nórdicos las empresas pagan muchos más impuestos».
Este quizás sea uno de los menos extendidos, pero no por ello no deja de ser un mito repetido, y es que a pesar de que los países escandinavos tengan Estados del Bienestar muy grandes, no son financiados en gran medida por los impuestos aplicados sobre las empresas. Para ello veremos el tipo nominal sobre el Impuesto de Sociedades y el tipo efectivo sobre el mismo:
Tipo nominal en 2021:

Tipo efectivo en 2019:
Asi pues, tanto el tipo nominal como el tipo efectivo está o por debajo del 20% en casi todos los países nórdicos, a excepción de Noruega que está en el 21’3% (el tipo efectivo medio). Estos tipos sobre el Impuesto de Sociedades están lejos de los más altos de toda la Unión Europea, incluso del top-10.
Mito 5: «En los países nórdicos los ricos aportan más al Estado del Bienestar que en el resto de Europa».
Este último mito está un tanto ligado al primero, ya que si el sistema fiscal fuera realmente progresivo tendría sentido que los más ricos acabaran pagando más y, en consecuencia, fueran quienes más aportaran al sostenimiento del Estado del Bienestar. No obstante, si acudimos al informe de la OCDE “Under Pressure: The Squeezed Middle Class” del año 2015, podremos comprobar que quienes financian muy mayoritariamente los enormes Estados del Bienestar nórdicos son las propias clases medias:

En el gráfico de arriba podemos ver como en los países nórdicos más del 70% del sostenimiento del Estado del Bienestar es sufragado por las clases medias (familias con rentas entre un 75% y un 200% el ingreso mediano del país), siendo del 70.9% en Suecia, del 73.2% en Finlandia, del 73.7% en Dinamarca, del 76.5% en Islandia y del 76.4% en Noruega. Los ricos sufragan el 21.5% en Suecia, el 21% en Finlandia, el 17.3% en Dinamarca, el 14.9% en Islandia y el 16% en Noruega. Ambas cifras están alejadas, en buena medida, de la media de la OCDE.
En resumen, como hemos visto a lo largo del artículo existen varios mitos alrededor de las economías nórdicas, mitos que conviene desmontar de cara a futuros debates sobre modelos a copiar.
