Las pensiones son uno de esos temas que toca la fibra más sensible de la población, al tratarse de la más importante fuente de ingresos de la mayor parte de los ancianos en el momento en el que no pueden trabajar, dado su estado físico. Todos deseamos que nuestra pensión sea la más alta posible, de acuerdo con lo que hemos aportado, para así poder afrontar la recta final de nuestra vida en las mejores condiciones posibles.
No obstante, para que un sistema de pensiones pueda proveer de buenas pensiones a todos sus contribuyentes no bastan las buenas intenciones o las palabras, ya que de buenas intenciones está empedrado el infierno. Para poder lograr esto se ha de tener un buen sistema que sea sostenible en el tiempo, y que no base su fundamento en una estafa piramidal como lo son todos los sistemas públicos de pensiones.
El sistema público de pensiones español es, sin duda, uno de los que hoy en día está pasando por mayores dificultades en Europa y buena parte del mundo desarrollado, y no es que su futuro sea precisamente esperanzador.
Las conclusiones del anterior párrafo podrían parecer que son las propias de alguien «que quiere cargarse todo lo público y que no quiere que haya pensiones públicas». Sin embargo, a no ser que se considere que el actual Gobierno de España de PSOE y Podemos es partidario de esto, nos estaremos equivocando de pleno.
Dichas conclusiones se extraen del último informe europeo «Ageing Report 2021», en el que España (como el resto de Estados miembros) analiza la situación de su sistema público de pensiones junto con otras variables relacionadas, todo por cortesía del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
A continuación veremos algunos de los aspectos más destacados y a tener en cuenta de este informe.
En primer lugar, esta sería la evolución de la pirámide poblacional en España desde 2019 hasta 2070:

Vemos como la forma de la pirámide adelgaza por la parte de abajo y el medio, y se expande por la parte superior. O lo que es lo mismo, cada vez habrá un mayor número de personas mayores y un menor número de personas jóvenes. Este es uno de los principales problemas que tiene el sistema de reparto.
Este dato es quizás de los más importantes, y es que el Gobierno reconoce que la tasa de sustitución de las pensiones caerá desde el 70% actual hasta estar por debajo del 40% en el año 2070.

En el gráfico de arriba, podemos ver tanto en un escenario como en otro como la tasa de sustitución cae de forma considerable durante todo el periodo comprendido entre 2019 y 2070. La tasa de sustitución no es más que la relación entre la pensión recibida y los salarios que tuvo el trabajador durante su vida laboral, de tal manera que una tasa de sustitución del 70% para un salario de 1.000, implicaría una pensión de 700 euros.
Pues bien, aún basándonos en un escenario en el que las pensiones estén indexadas al IPC (el escenario actual), vemos como la tasa de sustitución pasaría del 70% actual hasta el 36.6% en el año 2070. Es decir, se reduciría prácticamente a la mitad.
Este dato es mucho más importante de lo que puede parecer, pues se está hablando de un recorte de las pensiones de casi la mitad en un lapso de menos de 50 años. Todo esto estaría directamente relacionado con un mayor número de pensionistas de aquí a 2070, y con un estancamiento e incluso disminución del número de trabajadores, como vemos a continuación:

Hoy en día, el ratio entre trabajadores y pensionistas es del 0.50, es decir, hay prácticamente dos trabajadores por pensionista. Una situación que año tras año irá cambiando hasta llegar a la situación de prácticamente un trabajador por pensionista en 2070, esto es, con un ratio del 0.82.
A fecha de 2021, los ingresos por cotizaciones son sustancialmente inferiores a los gastos en pensiones (como lleva siendo desde hace 10 años), siendo los ingresos de 125.000 millones de euros por 144.000 millones de euros en gastos.
Si actualmente el sistema de pensiones tiene considerablemente más gastos que ingresos, contando con que hay dos trabajadores por pensionista, ¿qué ocurrirá cuando haya prácticamente un pensionista por cada trabajador?, ¿qué pasará cuando se tenga que pagar una pensión únicamente con el sueldo de un trabajador?
Alguien podría decir que si bien es verdad que se va a desplomar la tasa de sustitución y que la ratio pensionista/trabajador va a crecer, las pensiones no tendrían por qué ser inferiores en términos absolutos, ya que la productividad podría verse incrementada de manera notable. Pero, ¿hay motivos para creer que la productividad en España va a crecer mucho en las próximas décadas?

Según los economistas Fabiano Schivardi y Tom Schmitz, la productividad en España creció al 0.1% anual entre 1995 y 2015, igual que en Italia. Podemos decir que la productividad en España lleva estancada más de 20 años, y sería necesario un incremento importante de esta durante los próximos 30-40 años de forma sostenida para poder pagar unas pensiones aceptables. No parece que sea el escenario más favorable de todos, más aún cuando en España no parece haber indicios de un incremento de esta productividad.
En definitiva, la situación a la que nos dirigimos es una caracterizada por un recorte muy sustancial de la pensión, por casi un pensionista por trabajador en un sistema ya tremendamente deficitario, y por un mayor tiempo cotizado. Esto es, por lo pronto, lo que reconoce el Gobierno de España, que pagaremos más para recibir mucho menos en el futuro.
